No, no es una secta 😆
La nueva abogacía es una forma de entender la profesión, diferente de cómo se venía entendiendo hasta ahora. Es abogacía de vanguardia 💪.
La nueva ola 🌊 de profesionales que componemos la abogacía no nos sentimos identificados con el abogado clásico ⚖, que generalmente se dibuja en el imaginario como un señor mayor, poco amable, que busca desesperadamente ganar dinero a toda costa 💰 desde un despacho repleto de libros antiguos que jamás ha leído, distribuidos en varios muebles de caoba y que huelen a tabaco (o a puro 🤣).
La nueva abogacía es ágil, fresca, y busca soluciones eficientes 💡. Somos personas con valores, por lo que aquella imagen de abogado clásico ya no nos representa. ¿Y qué?
La habilidad para comunicarse de manera efectiva con los clientes, colegas y otros agentes del sistema legal es crucial. Además, la empatía desempeña un papel importante que nos permite, a través de la escucha activa, comprender las necesidades y preocupaciones del cliente. Usar un lenguaje entendible y transparente, sin ambigüedades, hace que la confianza del cliente crezca, y así también el vínculo con el profesional. No hacemos promesas, porque el resultado del pleito nunca va a depender únicamente de nosotros, la honestidad va por delante.
La tecnología ha transformado profundamente la abogacía, desde la gestión de casos hasta la comunicación con los clientes. Estamos familiarizados con las herramientas tecnológicas y plataformas digitales para ser eficientes. Nos sumamos a la ola tecnológica, no luchamos contra ella.
Buscamos la mejor opción para el cliente, no sólo en atención a los intereses judiciales, valoramos el acceso a otras soluciones menos bélicas. No consideramos únicamente el beneficio económico del cliente, puede que éste esté buscando otro tipo de solución.
La sociedad evoluciona, y con ella, también los problemas que surgen. Por eso, cada vez hablamos más de microespecialización, lo cual permite poner el foco en la calidad del servicio. Pero esta tendencia no se puede concebir de forma aislada. Crece en paralelo a otra tendencia que va de su mano: la colaboración profesional. La nueva abogacía apuesta por la colaboración entre profesionales especialistas, lo que permite abordar los problemas legales complejos de forma especializada, aunque tenga un enfoque multidisciplinario.
La jurisprudencia está conformada por las sentencias dictadas por algunos órganos, que van marcando el camino a seguir de los órganos inferiores. Cada día se dictan multitud de sentencias, y es importantísimo estar al día, porque si hay un giro jurisprudencial que queda desatendido, se podría echar a perder un caso. Por eso, acudimos a congresos, y nos formamos constantemente.
La nueva abogacía beneficia a todos: al cliente, porque ya no se ve como un billetero despersonalizado 💵; a los demás agentes judiciales (tramitadores, auxilios, fiscales, etc), porque ya no son un objetivo a derribar 🎳, sino un profesional con quien tratamos habitualmente; y al abogado, porque nuestra profesión es muy bonita, y se puede disfrutar si se ejerce desde la honestidad y la dignidad 🧐.