Abogada especialista en Hurto en Barcelona

El delito de hurto, según el Código Penal español, se encuentra regulado en los artículos 234 y siguientes, y se define como la apropiación de un bien mueble ajeno con ánimo de lucro, realizada sin consentimiento de su propietario y sin recurrir a la violencia o intimidación. Es decir, se trata de tomar algo que no es tuyo con la intención de obtener un beneficio económico, pero sin causar daño físico ni emplear fuerza.

• Bien mueble ajeno: El objeto sustraído debe ser una cosa mueble, es decir, algo que se pueda transportar. No se aplica a bienes inmuebles, como terrenos o edificios. Además, debe pertenecer a otra persona.

• Ánimo de lucro: Para que exista hurto, es necesario que quien sustrae el bien lo haga con la intención de obtener un beneficio económico, ya sea personal o para un tercero.

• Sin violencia ni intimidación: Si durante el acto se utiliza fuerza en las cosas (romper una cerradura, forzar una ventana) o intimidación/violencia sobre las personas, estaríamos ante un delito de robo, no de hurto.

Diferencias entre hurto y robo

La principal diferencia radica en el uso de la violencia o fuerza. Mientras que en el hurto se toma el bien de manera discreta o sin enfrentamiento, en el robo hay empleo de fuerza en las cosas o intimidación/violencia contra las personas.

En el derecho penal español, el delito de hurto se clasifica en diferentes tipos según el valor de lo sustraído, las circunstancias del hecho y la reincidencia del acusado. A continuación, se detallan los principales tipos de hurto:

Hurto básico

Es la forma más común de este delito y ocurre cuando se sustrae un bien mueble ajeno con ánimo de lucro, siempre que el valor de lo sustraído supere los 400 euros y no se utilicen violencia, intimidación ni fuerza en las cosas.

• Pena: Entre 6 y 18 meses de prisión.
• Ejemplo: Llevarse un bolso de lujo de una tienda sin ser detectado por los empleados.

Hurto leve

Este tipo de hurto se aplica cuando el valor de los bienes sustraídos no supera los 400 euros. Está considerado como un delito leve, salvo que concurran circunstancias agravantes.

• Pena: Una multa de 1 a 3 meses, cuyo importe se calcula según los ingresos económicos del acusado.
• Ejemplo: Tomar productos de un supermercado cuyo valor total sea inferior a 400 euros.

Hurto agravado

Este tipo de hurto se aplica cuando concurren circunstancias específicas que aumentan la gravedad del delito, independientemente del valor de lo sustraído. Algunas de estas circunstancias son:

• Cuando se sustraen bienes de valor cultural, artístico o histórico.

• Si se sustraen bienes de primera necesidad, causando un grave perjuicio económico a la víctima.

• Cuando el hurto afecta infraestructuras críticas (por ejemplo, el robo de cables eléctricos que genera interrupciones en el suministro).

• Pena: De 1 a 3 años de prisión.

• Ejemplo: Robar una pieza de un museo o material necesario para el funcionamiento de un hospital.

Hurto con multirreincidencia

Este tipo de hurto se aplica a quienes reinciden en el delito de hurto, es decir, que han sido condenados previamente por delitos similares.

• En este caso, incluso un hurto leve puede considerarse grave y castigarse con penas de prisión.
• Pena: De 6 a 18 meses de prisión, aunque el valor de lo sustraído no supere los 400 euros.
• Ejemplo: Una persona reincidente que roba productos de un supermercado en pequeñas cantidades, pero de manera repetida.

Hurto de uso

Es una modalidad específica de hurto que implica la apropiación temporal de un bien mueble sin intención de quedárselo permanentemente, sino para usarlo momentáneamente.

• Se aplica principalmente en casos como el hurto de vehículos para utilizarlos y luego abandonarlos.
• Pena: Entre 6 meses y 2 años de prisión.
• Ejemplo: Tomar un coche estacionado sin el permiso del propietario y abandonarlo tras usarlo.

La diferencia principal está en el uso de la violencia o la intimidación. El hurto se comete sin emplear fuerza ni amenazas, mientras que el robo implica algún tipo de violencia sobre las cosas (por ejemplo, forzar una cerradura) o sobre las personas. Aunque ambos son delitos patrimoniales, el robo suele estar más castigado por su mayor gravedad.

El hurto es leve cuando el valor de lo sustraído no supera los 400 euros. Aunque no implica prisión, puede conllevar una multa económica e incluso antecedentes penales, algo que puede afectar a tu vida laboral o profesional si no se gestiona correctamente.

En casos de multirreincidencia, el hurto puede considerarse agravado, con lo que las penas aumentan notablemente. Por eso es tan importante contar con una defensa que analice si realmente existe esa reincidencia y si se puede evitar una condena de prisión.

No necesariamente. Para que exista una condena por hurto, la acusación debe probar los hechos más allá de toda duda razonable. Si no hay pruebas claras, si las cámaras no identifican bien a la persona, o si el relato de los testigos es contradictorio, podemos cuestionar la solidez del caso.

En algunos casos sí. Dependiendo de la gravedad, del momento procesal y de si se cumplen ciertos requisitos, es posible alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para reducir la pena, sustituirla por una multa o incluso lograr la suspensión de la condena. Es una opción que valoraremos juntos si se ajusta a tu caso. En algunos casos, pocos… pero algunos, en estos casos se puede llegar a retirar la acusación.

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