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Abogada Delitos económicos y patrimoniales en Barcelona

Lucharé por minimizar las consecuencias, sea cual sea tu situación.

Delitos económicos y patrimoniales: ¿qué son y cuáles llevo como abogada penalista?

Cuando hablamos de delitos económicos y delitos patrimoniales, muchas veces se usan como sinónimos. Y aunque tienen bastante en común, no son exactamente lo mismo. En esta página te explico en qué consisten, por qué se confunden y, sobre todo, en qué casos puedo ayudarte si te ves involucrado/a en uno de ellos.

¿Son lo mismo los delitos económicos y los patrimoniales?

No, pero están muy relacionados. Los delitos patrimoniales son aquellos que afectan directamente al patrimonio de una persona: su dinero, sus bienes, sus pertenencias. Es decir, su «bolsillo».

Por otro lado, los delitos económicos tienen un alcance más amplio. También pueden perjudicar el patrimonio de una persona, pero van más allá: afectan al sistema económico en general, como el funcionamiento de las empresas, el mercado, o las finanzas.

En la práctica, muchos delitos se sitúan a medio camino entre ambos conceptos. Por eso, cuando alguien busca «abogada experta en delitos económicos o patrimoniales», solemos hablar de ellos en conjunto.

Casos en los que puedo ayudarte

Si has sido acusado/a de un delito económico o patrimonial en Barcelona, ya sea en fase de investigación o con un juicio pendiente, es fundamental contar con una defensa penal especializada. A continuación te explico, de forma clara, los principales delitos que trato en mi día a día como abogada penalista:

Robo

El delito de robo se produce cuando una persona se apodera de bienes ajenos empleando fuerza en las cosas (como forzar una cerradura o romper una ventana) o violencia o intimidación sobre las personas (por ejemplo, en un atraco). Se considera una conducta especialmente grave por el modo en que se lleva a cabo y puede conllevar penas de prisión importantes.

Hurto

El hurto consiste en apropiarse de un bien ajeno sin usar fuerza ni violencia. Aunque es menos grave que el robo, también está penado, sobre todo si el valor de lo sustraído supera los 400 euros, o si concurren agravantes (como reincidencia o actuación en grupo). Es uno de los delitos más frecuentes y requiere una defensa técnica que valore cada detalle del caso.

Estafa

La estafa se produce cuando alguien induce a otra persona a realizar un acto de disposición patrimonial a través de engaño o manipulación, con ánimo de lucro. Puede ir desde ventas falsas, fraudes bancarios, alquileres inexistentes o inversiones ficticias. En estos casos, es crucial analizar si existió realmente ese engaño penalmente relevante y si se puede demostrar.

Apropiación indebida

Aquí no hay engaño ni robo directo: la apropiación indebida ocurre cuando una persona recibe un bien con obligación de devolverlo o gestionarlo, y decide quedárselo como propio. Es habitual en relaciones de confianza (socios, empleados, familiares) y muchas veces se presenta como un conflicto civil. Por eso es esencial distinguir cuándo estamos ante un delito penal.

Daños

Este delito no implica quedarse con nada, sino destruir, deteriorar o inutilizar algo que pertenece a otra persona. El delito de daños puede agravarse si afecta a bienes de uso público, al patrimonio histórico o si genera una pérdida económica grave. Un ejemplo común son los grafitis en trenes o en muros protegidos, que pueden suponer cargos muy serios.

Usurpación

La usurpación es la ocupación de un inmueble ajeno sin autorización del propietario. También puede darse en forma de apropiación de derechos reales (como servidumbres). Este delito se diferencia del allanamiento de morada en que afecta a viviendas no habitadas, y puede resolverse tanto por vía penal como por vía civil, dependiendo del caso.

Delitos informáticos

Cada vez más frecuentes, estos delitos incluyen fraudes por internet, suplantación de identidad, phishing, hackeo de cuentas o acceso no autorizado a sistemas informáticos. En muchos casos, se conectan con delitos de estafa o de revelación de secretos. Son procedimientos muy técnicos y requieren una defensa actualizada en cibercriminalidad.

Receptación

Se da cuando una persona compra, recibe o encubre bienes sabiendo (o debiendo saber) que proceden de un delito. Un ejemplo común es comprar un móvil robado, una bicicleta sustraída o incluso alquilar un piso con muebles de procedencia dudosa. Este delito puede parecer menor, pero también se castiga con penas de prisión o multa.

Falsificación de tarjetas de crédito

Este delito abarca tanto la creación de tarjetas falsas como el uso de datos bancarios robados o adquiridos ilegalmente. Se suele vincular con estafas online, clonado de tarjetas, compras fraudulentas o hackeo de cuentas bancarias. Las penas pueden ser severas y, si hay organización detrás, el caso puede calificarse como delito agravado.

Una defensa adaptada a tu caso

Cada uno de estos delitos requiere una estrategia de defensa distinta. Por eso, mi enfoque es 100% personalizado: analizo tu situación concreta, reviso a fondo las pruebas y te explico con claridad los pasos a seguir. Mi objetivo es ayudarte a proteger tus derechos, minimizar las consecuencias legales y recuperar tu tranquilidad.

Si te encuentras en medio de un proceso penal por alguno de estos delitos en Barcelona, contáctame. Estoy aquí para ayudarte, sin juicios, con cercanía y con una defensa legal firme y eficaz.

Lo que opinan mis clientes...

Preguntas frecuentes sobre los delitos económicos y patrimoniales:

Los delitos económicos son infracciones tipificadas en el Código Penal español que afectan al patrimonio, la Hacienda Pública, el sistema económico y financiero o los intereses generales de las personas físicas y jurídicas. Estos delitos, en su mayoría, consisten en la obtención de un beneficio ilícito mediante actos fraudulentos, engaños o aprovechamiento indebido.

Estafa

La estafa está regulada en los artículos 248 a 251 del Código Penal. Este delito consiste en utilizar un engaño suficiente para inducir a error a otra persona, logrando que realice un acto de disposición patrimonial en perjuicio propio o ajeno.

Penas por estafa

  • Con carácter general, la pena es de 6 meses a 3 años de prisión (artículo 249).
  • La pena se agrava (de 1 a 6 años de prisión y multa de 6 a 12 meses) si:
    • El valor del perjuicio excede los 50.000 euros.
    • La estafa afecta a un gran número de personas.
    • El delito se comete abusando de la relación personal entre víctima y autor.
  • En casos especialmente graves, como los fraudes financieros complejos, las penas pueden alcanzar hasta 8 años de prisión (artículo 250).

Apropiación indebida

Regulada en los artículos 253 y 254 del Código Penal, la apropiación indebida ocurre cuando una persona dispone de bienes muebles, dinero o patrimonio ajeno en perjuicio del propietario, abusando de la confianza que se le ha otorgado.

Penas por apropiación indebida

  • De 6 meses a 3 años de prisión (artículo 253).
  • Si el valor del perjuicio es significativo, las penas pueden incrementarse.

Blanqueo de capitales

El blanqueo de capitales está tipificado en los artículos 301 a 304 del Código Penal. Se trata de ocultar o encubrir el origen ilícito de bienes o dinero, con el fin de introducirlos en el sistema económico legal, dificultando así su trazabilidad.

Penas por blanqueo de capitales

  • Pena de 6 meses a 6 años de prisión y multa de hasta 3 veces el valor de los bienes objeto del delito (artículo 301).
  • Si el delito lo comete una organización criminal, las penas se agravan hasta 9 años de prisión y multas más elevadas.

Fraude fiscal

El fraude fiscal se encuentra regulado en el artículo 305 del Código Penal. Consiste en eludir el pago de impuestos, obtener devoluciones indebidas o aprovecharse de beneficios fiscales de forma fraudulenta en perjuicio de la Hacienda Pública.

Penas por fraude fiscal

  • Cuando la cuantía defraudada supera los 120.000 euros, la pena es de 1 a 5 años de prisión y multa de hasta 6 veces la cantidad defraudada.
  • Si la cuantía defraudada supera los 600.000 euros, o se comete en el marco de una organización criminal, las penas pueden elevarse hasta 6 años de prisión (artículo 305 bis).

Insolvencia punible (alzamiento de bienes)

Regulado en los artículos 257 a 258 del Código Penal, el alzamiento de bienes consiste en ocultar, transmitir o destruir bienes con el objetivo de eludir el cumplimiento de responsabilidades económicas frente a acreedores.

Penas por insolvencia punible

  • De 1 a 4 años de prisión y multa de 12 a 24 meses (artículo 257).
  • Si se causa un grave perjuicio económico, las penas se agravan.

Corrupción en los negocios

La corrupción en los negocios está tipificada en los artículos 286 bis a 288 del Código Penal. Se produce cuando un empresario o trabajador recibe, ofrece o solicita dádivas o ventajas indebidas para favorecer a otra persona o entidad en el ámbito mercantil.

Penas por corrupción en los negocios

  • Prisión de 6 meses a 4 años y multa del tanto al triple del valor del beneficio obtenido.

Administración desleal

La administración desleal está regulada en el artículo 252 del Código Penal. Este delito ocurre cuando una persona con facultades de administración actúa en perjuicio del patrimonio que gestiona, causando pérdidas mediante abuso de sus funciones.

Penas por administración desleal

  • De 6 meses a 3 años de prisión.

Delitos contables y societarios

Los delitos societarios, incluidos en los artículos 290 a 297 del Código Penal, abarcan conductas fraudulentas como falsificación de cuentas, imposición de acuerdos abusivos o negación de derechos a socios.

Penas por delitos societarios

  • Prisión de 6 meses a 3 años y multas económicas, dependiendo del delito cometido.

Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, no son exactamente lo mismo. Los delitos patrimoniales son aquellos que afectan directamente a los bienes de una persona (por ejemplo, el robo, el hurto o los daños), mientras que los delitos económicos tienen una dimensión más amplia y suelen implicar un beneficio ilícito mediante engaño, abuso de confianza o fraude (como la estafa, la apropiación indebida o la falsificación). En la práctica, ambos tipos de delitos pueden solaparse, y por eso suelen agruparse en el mismo ámbito de defensa legal.

Depende del tipo de delito. En casos de hurto o estafa por valor inferior a 400 euros, puede tratarse de un delito leve, con consecuencias menos graves. Pero si hay agravantes (como reincidencia, grupo organizado o uso de medios tecnológicos), se puede considerar delito básico o incluso agravado, aunque el valor sea reducido. En otros delitos, como el de robo, no cabe la posibilidad de que sea delito leve.

La reparación del daño (devolver el bien o pagar el perjuicio causado) puede ayudar en la estrategia de defensa, pero no anula automáticamente la responsabilidad penal. En algunos casos puede servir para conseguir una reducción de pena, una suspensión del procedimiento o un acuerdo con la fiscalía. Pero siempre es necesario valorar cada caso concreto.

La clave está en si existían indicios claros que hacían sospechar que el objeto procedía de un delito. Por ejemplo, comprar un móvil de alta gama a un precio muy bajo y sin documentación puede considerarse indicio suficiente. La ley castiga la receptación dolosa, pero también existe la llamada “receptación imprudente” en determinados casos.

Lo más importante es actuar rápido. Como abogada penalista, mi labor es analizar las pruebas, reconstruir los hechos y diseñar una defensa efectiva que proteja tus derechos. Muchas veces hay malentendidos, errores de identificación o denuncias falsas. La clave está en desmontar la acusación con argumentos sólidos.

Si estás leyendo esto, probablemente te encuentres en una situación delicada que afecta a tu tranquilidad y tu futuro. Como abogada especialista en delitos económicos, mi objetivo es ayudarte a comprender cuándo necesitas asistencia legal y por qué contar con una defensa adecuada es crucial en este tipo de casos.

Si has recibido una denuncia o estás siendo investigado

Ser acusado de un delito económico como estafa, blanqueo de capitales o fraude fiscal es algo muy serio. Desde el primer momento en que te llega una citación judicial o una notificación de denuncia, es fundamental contar con mi apoyo.

  • Prepararé contigo tu declaración para evitar errores perjudiciales.
  • Analizaré las pruebas en tu contra y buscaré inconsistencias o vulneraciones de derechos.
  • Te representaré con firmeza durante todas las fases del proceso penal, desde la investigación hasta el juicio.

Si te acusan de fraude fiscal o delitos contra la Hacienda Pública
La Agencia Tributaria puede convertir un conflicto fiscal en un delito penal cuando el fraude supera los 120.000 euros. En estas situaciones:

  • Evaluaré si las cifras presentadas son correctas y si existe margen de negociación con Hacienda para evitar condenas.
  • Diseñaré una estrategia que te permita reducir las sanciones y proteger tu patrimonio.
  • Trabajaré contigo para demostrar que no existió intención de defraudar, algo clave en estos casos.

Si estás implicado en un delito de blanqueo de capitales
El blanqueo de capitales es un delito grave que se castiga con hasta 6 años de prisión y multas elevadas. Si te acusan de ocultar el origen de bienes o dinero:

  • Revisaré cada detalle de tu situación para justificar la procedencia legítima de los fondos.
  • Analizaré si las pruebas en tu contra son válidas y plantearé tu defensa con argumentos sólidos.
  • Si existen errores procesales, lucharé para que se reconozcan y se anulen las actuaciones indebidas.

Si te enfrentas a acusaciones de estafa, apropiación indebida o administración desleal
Estas acusaciones suelen darse en entornos empresariales, familiares o contractuales. Si te acusan de haber perjudicado económicamente a alguien:

  • Analizaré tu caso en profundidad para demostrar que no existió intención fraudulenta.
  • Defenderé tu postura frente a acusaciones infundadas, demostrando tu buena fe o el cumplimiento legal de tus actos.
  • Protegeré tu reputación profesional y personal, algo tan importante como tu defensa jurídica.

Si eres administrador o empresario y te responsabilizan de decisiones financieras
Los administradores de empresas suelen enfrentarse a acusaciones como fraude contable, corrupción o insolvencia punible. Si este es tu caso:

  • Te ayudaré a demostrar que tus decisiones se tomaron conforme a la legalidad vigente.
  • Defenderé tus derechos ante acusaciones de alzamiento de bienes o maniobras irregulares.
  • Protegeré la integridad de tu empresa y tus intereses personales frente a denuncias desproporcionadas.

Si has sido víctima de un delito económico
No solo defiendo a personas acusadas. Si has sido víctima de una estafa, fraude o apropiación indebida y has sufrido pérdidas económicas:

  • Presentaré una denuncia sólida con todas las pruebas necesarias.
  • Buscaré la recuperación del dinero o bienes que te han perjudicado.
  • Me aseguraré de que los responsables enfrenten las consecuencias legales que corresponden.

Si te enfrentas a una acusación por un delito económico o necesitas asesoramiento para prevenir problemas legales, no estás solo. Estoy aquí para proteger tus derechos, tu futuro y tu tranquilidad.

Ponte en contacto conmigo cuanto antes para una consulta inicial. Actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre un proceso bien gestionado y consecuencias mucho más graves. Juntos, encontraremos la mejor solución para tu caso.

Estoy aquí para ayudarte.

  • Trabajaré contigo de forma transparente y cercana, para que siempre sepas qué está ocurriendo en tu caso.
  • Analizaré todas las pruebas con precisión para identificar debilidades en la acusación o en la actuación de las autoridades.
  • Lucharé por tu inocencia o, si corresponde, buscaré las soluciones más favorables para reducir las penas o alcanzar acuerdos beneficiosos.

Porque combino experiencia en Sala, conocimiento técnico y un enfoque cercano con mis clientes. Defiendo casos de delitos económicos y patrimoniales en Barcelona desde hace años, y sé que cada caso tiene matices únicos. Me involucro personalmente en tu defensa, desde la primera consulta hasta el final del procedimiento.

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